Por Carlos González-Amézua, Secretario de Política Institucional de AxC (21-04-2010)
El Ayuntamiento de Colmenarejo, cuyo déficit supera con creces el millón de euros, se gastará 120 millones de pesetas en una instalación escandalosa que no va a rendir ningún beneficio tangible al pueblo.
ANTECEDENTES DEL PROYECTO
Hace unos 10 años, alguien de APIC visitó el aula-museo de la abeja, en Poyales del Hoyo, una interesantísima exposición viviente sobre las abejas y su modo de vida. El asunto le gustó y pensó que llamándose APIC y gobernando en Colmenarejo, les podía salir redondo montar algo similar aquí. En lugar de trabajarse el tema, se lo ofrecieron a un apicultor de fuera, el cual puso unas condiciones leoninas que en principio el Ayuntamiento aceptó (a fin de cuentas el dinero no es de ellos). Parece ser que entre las condiciones estaba el tener vivienda en el mismo centro y poder montar algo de hostelería.
El Ayuntamiento eligió un lugar junto a la presa de Valmayor, a 200 metros del club náutico. Esto es muy interesante, porque por aquel entonces el Canal de Isabel II había desarrollado un proyecto para convertir este cochambroso club en unas instalaciones de élite con restaurantes, piscinas e incluso un hotel. A pesar de que toda esa zona está protegida, tanto el Ayuntamiento como la Comunidad de Madrid querían sacarle partido. El Ayuntamiento se apresuró a aprobar una modificación de las normas urbanísticas para poder construir en una parcela en la que poco se podía hacer. Esto fue a finales de 2001. Como el solar estaba en la zona legalmente más protegida del Parque Regional del Guadarrama, la Junta Rectora de este parque tenía que pronunciarse al respecto.
Proyecto Verde de Colmenarejo, grupo ecologista vinculado a Ecologistas en Acción, tuvo noticia de todo este asunto. La idea de un colmenario les parecía fantástica, pero no a costa de construir en pleno parque regional; había sitios mucho mejores desde todos los puntos de vista: ambiental, económico, social… De manera que como estaban representados en la Junta Rectora advirtieron a ésta de las intenciones municipales.
Hubo muchas presiones por parte del Ayuntamiento y finalmente se aprobó la modificación de normas urbanísticas, pero la Junta prohibió expresamente cualquier actividad hostelera: parte del negocio se había ido a pique. No obstante Valdemorillo está muy cerca y resultaba relativamente sencillo arrendar un restaurante y desviar los visitantes para comer en él. Pero para el Ayuntamiento el problema era el dinero. Y así pasaron los años, cada vez con más déficit y más deuda… hasta la llegada del Plan E.
POR QUÉ ALTERNATIVA DICE “NO”
Nuestros gobernantes tienen la extraña habilidad de convertir en malas hasta las buenas ideas. El Centro de Interpretación es una excelente idea, pero todo lo demás es malo:
El lugar. En pleno Parque Regional, complica y dificulta cualquier actuación, desde permisos hasta la posibilidad de ampliación futura si llegara a ser necesario, ampliación no solo del edificio sino ni siquiera de los aparcamientos. Además, es un grave atentado a un espacio protegido y un malísimo precedente. Colmenarejo sería el primer ayuntamiento que tiene el “honor” de construir en zona protegida. Si se hace cerca del pueblo, muy cerca del pueblo, tendría una repercusión muy positiva sobre la economía local. Se elegiría a un apicultor cercano que no necesitase vivienda, y la vigilancia correría a cargo de la policía local (o no) pero al menos igual que el resto de edificios municipales.
El edificio. Se ha querido diseñar un edificio “sostenible” a golpe de talonario, y la sostenibilidad también lo ha de ser desde el punto de vista económico, especialmente en un municipio con tantas carencias como el nuestro. Sospechamos que se ha encarecido artificialmente para poder ocupar todo los fondos del Plan E y no tener que trabajar en otro proyecto más. Al final, la escasa capacidad de trabajo de estos políticos es la clave de muchas cosas, aparentemente inexplicables, que pasan en este pueblo.
Si observan las partidas presupuestarias verán desproporciones sospechosas. El sistema de calefacción elegido es el más caro posible. En esencia es una bomba de calor (como el aire acondicionado de nuestras casas) que en vez de utilizar el aire como intercambiador de calor usa el agua contenida en varios pozos de gran profundidad. El coste de perforación de estos pozos es enorme y el rendimiento del sistema es solo algo mejor que una bomba de calor convencional. Puestos a elegir, es muchísimo más barato y con muchísimo mejor rendimiento un sistema de calefacción y agua caliente por energía solar térmica.
¿POR QUÉ ESTE DESPILFARRO?
Tampoco es justificable la instalación de paneles fotovoltaicos, toda vez que el gobierno ha reducido drásticamente mediante decreto ley la rentabilidad de este sistema. Ambas instalaciones cuestan 18 millones de pesetas para un edificio del tamaño de un chalet, no más.
Por el contrario, encontramos partidas y soluciones arquitectónicas muy poco adecuadas, como por ejemplo una gran terraza-cubierta de 60 m2 sin ninguna utilidad, prohibida por las normas urbanísticas de Colmenarejo, propensa a goteras y abrasadora en verano.
La explotación. ¿Quién y como va a explotar esta instalación? ¿Va ser personal municipal o se va a privatizar la gestión? Nos tememos que esta va a ser la opción, y lo sospechamos por la presencia de una tienda de 42 m2, un negocio muy lucrativo en este tipo de instalaciones pero infrecuente en instalaciones municipales. Al menos pedimos que dicha concesión se haga por años prorrogables, para permitir que el día de mañana otro equipo de gobierno pueda optar por un sistema de gestión más beneficioso para Colmenarejo.
Las abejas. La excusa elegida por el Equipo de Gobierno para llevarse esta instalación al quinto pino es que tener colmenas cerca del pueblo está prohibido por la ley y sería muy peligroso. En primer lugar, la legislación al respecto lo es para explotaciones apícolas, no para una simple y humilde colmena. El paisano de Poyales tiene 5 colmenas que pueden albergar muchos miles de individuos. En nuestro caso basta una colmena pequeña. Si se quiere aplicar la legislación no se podría instalar este colmenario a menos de 500 metros del casco urbano, pero es que tampoco se podría instalar donde pretenden, puesto que está pegado a la carretera comarcal y debería estar a más de 200 metros. De manera que en ningún caso es de aplicación la legislación sobre explotaciones apícolas.
Conviene aclarar que la abeja europea es un animal nada agresivo, muy diferente de la avispa. Es muy raro que una abeja pique. A quien esto escribe se le ha instalado una colmena en su tejado, que revolotean buena parte del año por su jardín sin causar el menor daño; él y su familia están muy tranquilos… y eso que es alérgico a su veneno.
El coste. Ya hemos analizado desde ALTERNATIVA el coste desproporcionado de esta instalación. Pero falta señalar lo que a nuestro entender es una enorme inmoralidad. En la situación económica general del país y particular de este municipio, con un paro galopante, con necesidades sociales acuciantes, con un servicio sanitario muy deficiente, sin una adecuada atención a la tercera edad, con problemas escolares serios, con elevadas tasas de delincuencia, con inseguridad y trapicheo que todos podemos ver ante nuestras narices… que este Ayuntamiento cuyo déficit supera con creces el millón de euros, se gaste 120 millones de pesetas en una instalación que no va a rendir ningún beneficio tangible al pueblo, resulta profundamente inmoral. Es, posiblemente, una de las actuaciones más escandalosas de este Ayuntamiento, y lleva muchas a sus espaldas.
Lo que van a hacer, si nadie lo remedia, se podría haber hecho con la mitad de presupuesto y con grandes beneficios para la población. De la forma como lo han planificado, solo la empresa que se quede con la explotación saldrá beneficiada. Todos los demás, desde la población hasta el Parque Regional, saldrán perdiendo.