En estas fechas, cuando los partidos políticos preparan sus listas y programas electorales y se acuerdan de preguntar a los vecinos qué es lo que quieren, como si se tratara de una carta a los Reyes Magos, hay en los candidatos cuyos partidos han gobernado una transformación asombrosa. Intentan desprenderse de su pasado y cual ave fénix resucitar con nuevas promesas que no cumplirán y poniendo cara de buenos, o de buenas, para que les demos su confianza, que después ya harán lo que les venga en gana.
Los candidatos del PSOE, IU y PP nos dirán que siempre han estado por la defensa del medio ambiente y por un urbanismo moderado, olvidándose de que en dos ocasiones han propuesto un modelo urbanístico que no envidia nada al de Galapagar, con calificaciones de 3,5 millones de m2 y unos techos de población en torno a los 30.000 habitantes. Nos estarán prometiendo para dentro de unos meses lo que ahora mismo, pudiéndolo hacer, no hacen. La participación ciudadana, la transparencia en el gasto, el adecuado mantenimiento de las instalaciones, calles y parques públicos. Otros como Izquierda Unida o el PSOE presumirán de habernos dejado el pueblo más moderno del mundo, más que Nueva York o Los Ángeles, pero seguirán negando derechos ciudadanos y dejarán sin contestar los escritos y peticiones de documentos a los que están obligados a contestar ahora que gobiernan. Nos prometerán que van a ser los máximos defensores de la naturaleza, pero ahora que han podido hacerlo la han degradado hasta situaciones vergonzosas. El Partido Popular nos prometerá que resolverá las múltiples deficiencias de nuestro servicio sanitario, pero ahora que su partido gobierna en la Comunidad de Madrid y tiene las competencias no han hecho absolutamente nada. Nos ocultará sus intenciones de reducir los servicios de educación, del copago sanitario y privatización de la sanidad, de reducir los servicios sociales, su falta de credibilidad en la participación, como se ha demostrado en la Comunidad de Madrid y los ayuntamiento gobernados, su predisposición a poner ladrillos y cemento en cualquier sitio y cualquier lugar y recalificar suelo para los amigos aunque no sea necesario en treinta años.
Estos partidos pondrán en su programa lo que suene mejor a los oídos de los vecinos con tal de conseguir gobernar y a partir de ahí seguir haciendo lo que siempre han hecho. Aunque intenten ocultar su esencia y su trayectoria no debemos olvidarnos de quiénes son, porque la credibilidad se obtiene por los hechos y si nos atenemos a ellos, lo que nos digan en sus programas es poco creíble. No son de fiar aunque sus lemas de campaña intenten hacernos creer lo contrario. El Partido Popular nos dirá que está preparado para gobernarnos aunque, en Colmenarejo, durante los dos últimos años no han sido capaces de gobernarse a si mismos y están tutelados por un alto cargo del PP de la Comunidad que preside su Comisión Gestora. El Partido Socialista nos hará creer en sus profundas convicciones democráticas cuando en su propio partido no las aplican y la familia de Benito Elvira lleva 35 años ocupando la agrupación como si fuera la concesión de una franquicia mercantil.
A la hora de decidir quién nos va a gobernar no debemos olvidar QUIÉNES SON. Global marking of rhetorical frame in text and pro-essay-writer.com reader evaluation.