Con prisas y antes de que les alcanzaran las prohibiciones que impone la convocatoria de las elecciones locales, el PP –con ayuda de VICO, PSOE, IU-LV y el Grupo Mixto- acaba de privatizar otro edificio público: las antiguas escuelas de la calle Maravillas, cuyo último uso fue el de Casa de la Juventud.
En esta ocasión el beneficiario ha sido Cruz Roja, para ubicar un centro logístico y con una concesión por diez años.
Al inicio del mandato de esta corporación el PP intentó privatizar el polideportivo, después redujo las subvenciones a la Escuela Infantil, con lo que muchos niños pasaron a la privada que salía más barata, tras eso cerró la Casa de la Juventud y el Centro de Adultos, dejándolos deteriorarse tres y dos años respectivamente. El año pasado adjudicó a una Academia de Idiomas este último centro y ahora tocaba, -con prisas y prácticamente en el último pleno-, privatizar la Casa de la Juventud. Por distintos motivos, el objetivo del PP y de quienes les han apoyado ha sido siempre el mismo: la degradación de lo público para justificar su privatización.
AxC propuso, en el Pleno del mes de febrero de 2014, consultar a los vecinos mediante un concurso de ideas sobre el uso a dar a estos dos edificios. La propuesta salió aprobada con los votos de todos los grupos, a excepción del PP.
En el Pleno de mayo de 2014, el PP, desoyendo lo acordado en el Pleno anterior, presentó una propuesta para adjudicar el antiguo centro de la Casa de la Juventud a Cruz Roja. En esta ocasión AxC e IU-LV votaron en contra, y PSOE y VICO se abstuvieron, con lo que la propuesta del PP salió adelante.
Como el edificio tiene calificación de bien patrimonial, no se puede ceder a Cruz Roja, por lo que el PP propone rebajar la calificación del bien para poder cederlo. A favor votan el PP y VICO y en contra PSOE, AxC e IU-LV.
Y el último paso, la privatización mediante cesión de diez años a Cruz Roja del edificio de la antigua Casa de la Juventud, que votan a favor todos los grupos excepto AxC.
AxC se opone a la privatización de los servicios y edificios públicos, siendo coherente con sus principios.
Durante los próximos años, el Ayuntamiento va a carecer de capacidad de inversión para construir nuevos edificios que presten servicios a la juventud o a los mayores, por lo que ceder edificios que se necesitan para la prestación de servicios públicos nos parece una irresponsabilidad, por muy popular que resulte ceder un edificio a Cruz Roja. La obligación del Ayuntamiento es prestar servicios a sus vecinos y como Institución no la puede eludir.
Somos conscientes de que nuestra posición respecto a este asunto puede no ser entendida, pero la coherencia, como valor, y la defensa de los servicios públicos, como uno de los fines que persigue nuestro partido, nos reafirman en nuestra posición.
Son los demás partidos los que tendrían que explicar las múltiples contradicciones que, por ser populistas, aceptan. El PP ha conseguido su objetivo: privatizar un edificio público más y eludir la prestación de un servicio público: las políticas de juventud.