En el Pleno de ayer la alcaldesa volvió a superarse a sí misma, una vez más, dando muestras desde el comienzo de que sus caprichos y ocurrencias están por encima de la ley.
Comenzó inventándose una “normativa” para regular el funcionamiento del Pleno, sin atenerse a lo recogido en el Reglamento Orgánico Municipal (ROM), aprobado por el Pleno el 29 de octubre de 2019, e ignorando el Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Entidades Locales. Para ello contó con la complicidad del Secretario Municipal, actitud ya habitual, quien recurrió a unas interpretaciones jurídicas que causarían rubor a un estudiante de primero de Derecho.
La incompetencia, como otras tantas, de Miriam Polo para dirigir cualquier tipo de reunión y mucho menos un Pleno se puso de manifiesto dando como resultado una sesión caracterizada por una falta absoluta de transparencia, la alcaldesa interrumpió permanentemente a los concejales, impidiéndoles el uso de la palabra y vulnerando de forma continua su derecho a la participación, con el consentimiento tanto del Secretario como del resto del Equipo de Gobierno y del concejal tránsfuga que hacía de palmero y que se despachó dando palmas para interrumpir y para elogiar la entrega del Sr. López Sevillano. Las protestas de los miembros de la oposición de esos abusos y la negativa de la alcaldesa a que estas se expresaran generaron un clima de tensión impropio de una sesión plenaria.
La intencionalidad estaba clara: vulnerar el derecho a la participación que tenemos los concejales. Como muestra, intentó evitar que se formularan las preguntas al Concejal Fernando López Sevillano por el gasto de 1.739€ en comidas y bebidas y que cargó sin ninguna otra justificación a “gastos derivados de la nevada Filomena” aunque el Sr. López se negó a dar ninguna explicación, en una muestra de total “transparencia”.
El colofón final tuvo lugar en Ruegos y Preguntas donde la alcaldesa bloqueó el micro a nuestro portavoz, Fernando Arribas y le expulsó cuando éste le rogaba que no mintiera en los medios de comunicación al decir que la oposición había rechazado los presupuestos de 2021, cuando ella sabe perfectamente que fueron retirados por indicación del anterior interventor porque la documentación no estaba completa. Desde entonces, no hemos vuelto a saber nada de estos presupuestos por los que pagaron 6.000€ a una empresa privada. La alcaldesa sigue mintiendo a los vecinos en este y muchos otros temas en los que no nos dejó pronunciarnos. Para no tener que oír que denunciamos sus mentiras, expulsó del Pleno a los dos concejales de Alternativa por Colmenarejo. El resto de concejales de la oposición terminaron abandonando el Pleno como protesta a los abusos de la alcaldesa y en solidaridad a los concejales de AxC expulsados. Por su parte algunos miembros del Equipo de Gobierno contribuyeron, al igual que la alcaldesa, a que el Pleno avergonzara a los vecinos que lo pudieran estar viendo por la retransmisión en vídeo.
Los concejales de AxC lamentamos profundamente el triste espectáculo de ayer y que viene repitiéndose pleno tras pleno, pero consideramos que la alcaldesa no está preparada para moderar una sesión plenaria ni para dirigir un equipo de gobierno y debe dimitir ya por el bien de nuestro pueblo. Los vecinos no se merecen esto.
Adjuntamos el enlace al Pleno para que los vecinos juzguen por sí mismos su actitud.
Toda la razón. Sentir vergüenza es poco.
No hace falta que se considere que…, está claro, lo demuestra día a día.
Si en dos años no se ha hecho nada y no es percepción, ni invento, sino que es otro hecho más que palpable, el afán por seguir ahí haciendo nada todos sabemos a qué se debe.
Si el pueblo se hubiera visto mejorado, en cualquier sentido y la oposición en lugar de “controlar” al gobierno, sólo tratara de que no se hiciera nada por el pueblo, por el mero hecho de llevar la contraria, se podría entender cierta inquina contra la oposición, pero cuando no se ha hecho nada por el pueblo, querer mantenerse ahí a toda costa sin nada que aportar, más bien lo contrario, sólo puede venir a querer decir a las claras: “el pueblo me la trae al fresco y los vecinos también. Ah, no, éstos no tanto, que tengo que llenar mi bolsillo. Con que no se vayan dando cuenta, vale”.
Tanto ocultar, tanto dar largas, tanto portal de transparencia, que lo que parece es ahumado más que transparente de tanto pensar en cómo librarse… ya lo dice el refrán… No la hagas y no la temas…